jueves, 11 de septiembre de 2014

La meteorología de las personas.

Con sueño, a las cuatro de la mañana y con mis dedos que apenas pueden sujetar el bolígrafo, te escribo. No te escribo a ti realmente porque nunca lo vas a leer, como nunca has podido leer mi corazón durante todo este tiempo, y eso que en mi corazón siempre has tenido y tendrás un hueco enorme, pero tú, no eres de esos. Eres como el sol de verano que está durante un tiempo pero no vuelve hasta dentro de mucho más. Y es que me vuelves loca, con tus idas y venidas, tus sueños, ambiciones y que me quieras, que me quieras y nada más, como un niño pequeño quiere a su peluche preferido, tú eres mi persona preferida. A ti, a ti... a ti que amas más los momentos de risas y chistes que las noches de besos y diversión . Y a mi, a mi...a mi que me quieres como las nubes quieren a la lluvia puesto que no pueden actuar en su plena capacidad si las lluvia no las acciona. Pero tú, tú...tú que te dejas llevar más por los relámpagos que por la lluvia y que más de una vez no has querido actuar gracias a que has dejado que el aire y el granizo te manipulen, pero sabes más que nada que la lluvia moja, y siempre que moja, se recuerda, y se ama para toda la vida.